Las fiestas respetan tradiciones familiares y para cada uno tiene un matiz diferente. Algunos se reúnen en grupos más grandes, otros celebran de día y unos de noche, hay más o menos regalos y cosas ricas para comer, pero sin duda es un momento donde las rutinas y horarios se ven afectados. Aquí les dejamos algunas guías de como preparase para la noche de Año Nuevo de forma que grandes y chicos disfruten de una linda celebración.
Llegó el verano, las vacaciones de los niños y las tradicionales fiestas, ¡una de nuestras épocas favoritas del año! Nosotras disfrutamos celebrando el cierre del año, y a pesar de que puede ser más demandante, nos quedamos con lo más lindo de estos meses, con los aprendizajes, crecimientos, momentos más desafiantes y otros de mayor goce, pero sin duda un recorrido que nos da más experiencia y nos prepara para un nuevo camino 2020.
Las fiestas respetan tradiciones familiares y para cada uno tiene un matiz diferente. Algunos se reúnen en grupos más grandes, otros celebran de día y unos de noche, hay más o menos regalos y cosas ricas para comer, pero sin duda es un momento donde las rutinas y horarios se ven afectados. Aquí les dejamos algunas guías de como preparase para la noche de Año Nuevo.
Siesta: preparándose para una noche más larga
Generalmente la entretención de estas fiestas ocurre de noche, por lo que preparen a sus hijos para poder acostarlos más tarde. Es fundamental que el día de las celebraciones duerman buenas siestas y si es necesario, apoyen el dormir para buscar que estos descansos sean lo más largos posibles. En estos casos ¡todo está permitido!, háganlos dormir en coche, brazos o incluso acostándose con ellos. Con esto no solo buscamos cumplir con sus requerimientos de sueño para su edad, sino también evitamos el sobrecansancio al momento de acostarlos de noche. Si desde ya proyectan un día más largo, podrían incluso aplicar una segunda siesta por la tarde, donde ustedes descansen también 🙂
Flexibilidad al momento de dormir de noche
Las visitas y los fuegos artificiales son razones suficientes para que la hora de dormir sea lo menos atractivo de la noche. Preparen a sus niños para el momento de irse a dormir con una rutina muy abreviada, permitiéndoles prever el momento de acostarse. Usen la anticipación, y denles la oportunidad de un último juego para de esta forma disminuir la frustración de tener que dejar las celebraciones. Si es necesario, acompáñenlos más de lo habitual, brindándoles todo el apoyo y contención que necesiten para relajarse y por consiguiente conciliar el sueño de la forma más fluida posible. Si saben que estarán fuera de casa, vean la posibilidad de contar con una cuna corral tipo Pack & Play para acostarlos de forma más cómoda y segura.
Objeto de apego
Si sus hijos usan algún tipo de tuto, peluche y/o chupete, no se olviden de ellos al momento de dormir, sobre todo si piensan acostarlos fuera de casa. De esta forma, mantendrán algo familiar dentro de los cambios y ayudarán a fomentar la continuidad del sueño.
Ruido blanco
Una muy fácil y práctica forma de aislar los posibles ruidos de estas noches es la utilización del ruido blanco. Este recurso es un sonido constante, una suma de todas las frecuencias, igual que el color blanco es la suma de todos los colores. Al escucharlo a un volumen suficiente (como cuando estamos en el baño con la ducha prendida) el resto de los sonidos queden anulados y los niños quedan en una especie de aislamiento sonoro. Esta herramienta es el ideal para enmascarar o tapar otros sonidos provenientes del ambiente y permite unir ciclos de sueño de forma más fluida al mantenerlo toda la noche.
Volviendo a la rutina
Una vez pasen las fiestas, asegúrense de regresar lo antes posible a la rutina y horarios habituales de dormir. Los niños podrían necesitar un poco más de apoyo para volver a su “normalidad“, si es necesario realicen una rutina previa a dormir con más tiempo del habitual, para así dar extra cariño, regaloneo y por ende más preparación antes de acostarse. Evalúen la posibilidad de tener que acompañarlos por más tiempo, y/o hacerles más cariño y tacto directo.
Aprovechen de pasarlo bien, de compartir y disfrutar el tiempo en familia. Si sus niños se quedan despiertos más allá de su hora habitual de dormir, no se ¡estresen! Al día siguiente retoman su rutina y los vuelven a ordenar.
¡Les deseamos un Muy Feliz 2020 cargado de un dormir reparador!
La capacidad de los niños de conciliar el sueño y dormir es algo que saben hacer desde el útero materno, sin embargo, ¡sabemos que muchas veces puede ser desafiante!. El cariño, la contención, y la paciencia, serán claves hasta que los niños estén biológicamente preparados y se sientan realmente seguros para alcanzar una mayor autonomía en el dormir. Entonces, ¿se puede hacer algo al respecto? Sí, mucho más de lo que todos creen, pero siempre respetando el ritmo de los niños y de la familia. Si necesitas ayuda contáctanos, ¡podemos ayudarlos!
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